LA JUSTICIA EN TIEMPOS DEL COVID-19

Meses atrás hicimos un breve artículo sobre la justicia en el Estado de Alarma; en el mismo analizábamos, en esencia, los problemas que tenía la justicia en el S. XXI, sobre todo en lo que respecta a la digitalización y al colapso que se preveía.

 

Pues bien, tras la desescalada, y la entrada en la “nueva normalidad”, la situación continua siendo igual de desastrosa. Cierto que los Juzgados han vuelto a una actividad normalizada (o lo más normalizada posible), pero 3 meses de Estado de Alarma y paralización no han servido para recapacitar y planificar una actividad eficiente en la justicia.

 

Incluso podríamos llegar a decir que el acceso a la justicia se ha vuelto aún más difícil, ya que ahora la gente de calle no puede acceder a los juzgados con plena libertad, ya que si no se dispone de una citación judicial, no se permite la entrada. Los profesionales quedamos al margen (solo faltaría), pero tampoco nos ponen las cosas muy fáciles, y es que para consultar expedientes, o realizar actuaciones judiciales en ocasiones puede resultar muy complicado. Entendemos que llevar la mascarilla es de obligado cumplimiento, y no seremos nosotros quienes digamos que no deben llevarse, sin embargo hay que hacer algo para que, mientras se hace una declaración por ejemplo, no deba repetirse 3 veces una pregunta o una respuesta porque no se escucha bien a la persona que habla.

 

Y ya que hablamos de digitalización, no nos quedaremos solo en el ámbito judicial, sino que también comentaremos las actuaciones en sede policial. En las ocasiones que hemos tenido que realizar asistencias a citados y detenidos en comisaría, hemos podido ver de todo. Ciertamente los agentes de policía hacen lo que pueden y están en sus manos, que cuentan con los medios que tienen y ellos no tienen la culpa; dicho esto, si tratamos de evitar desplazamientos innecesarios que se pueden resolver con una videoconferencia, no podemos estar pendientes durante una hora (o más) de si la conexión funciona, para en ocasiones tener que ir presencialmente a dependencias policiales para realizar el trámite de la asistencia.

 

Y en lo que respecta al colapso, ciertas actuaciones que se suspendieron durante el Estado de Alarma han sido recolocadas, aunque con señalamientos que ya van a retardar mucho la resolución de los asuntos; y por no hablar de los asuntos que estaban pendientes de señalamiento y aun no hay noticias de fecha para la celebración del juicio pertinente. Tenemos conocimiento que se han dispuesto jueces y personal judicial de refuerzo, pero a todas luces es insuficiente.

 

Tan menospreciada y vapuleada ha sido la justicia y todo lo que lo envuelve, que algunos han olvidado el papel capital y esencial que juega en la sociedad; entre todos lo hemos provocado, y ya va siendo hora de devolver la justicia en el sitio que merece. Quizá esta pandemia sirva de punto de inflexión y en el futuro la salud de la justicia mejore.

 

Estamos a las puertas de un nuevo confinamiento, y en caso que así sea y vuelva a paralizarse la justicia, deberá hacerse una profunda reforma (sobretodo digital, por favor), que ayude a hacer más eficiente la actividad judicial y que no aleje (aún más) el ciudadano de a pie de la justicia.

 

 

Joel Giménez Albero

Abogado Penalista

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *